domingo, 26 de marzo de 2017

U.4 -Pablo Ráez

Haciendo hincapié en frases de Pablo Ráez...

"Párate a sentir"

Un verbo en imperativo.
Una preposición.
Un verbo en infinitivo.


Tres palabras/ Una frase/ Toda una redacción por hacer...



Una vez le preguntaron a Lewis Hine, un fotógrafo estadounidense dedicado a capturar imágenes sobre la explotación infantil y la guerra, por qué había elegido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía, no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos. Que ciertos momentos de desolación, de horror, e incluso, de belleza y heroísmo; estaban más allá de las palabras.

Yo también lo creo.

Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras.
Hay cosas que no se aprecian ni con la vista, ni con el oído, ni con el olfato, ni con el gusto, ni con el tacto...
Hay cosas en la vida, las más importantes de hecho, que sólo se aprecian si te paras a percibirlas con los sentidos que no he nombrado antes, sentidos que no conocemos por su nombre, sino por las sensaciones que estos provocan en nosotros.

Sensaciones como volver a abrazar a un amigo, pedir perdón, recordar, querer, compartir, olvidar, decidir...
Sentimientos como el cariño, la compasión, la felicidad, la tristeza, el odio, el perdón, la alegría...



Quizás por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos fijos guardados en la memoria.
Pero por mucho que acumules recuerdos en papel y los mires de vez en cuando, nunca volverás a sentir lo mismo que sentiste mientras te hacían la fotografía.

Tendemos a acumular recuerdos, en vez de vivir cada momento al máximo. Y con eso, me refiero a que no paramos a disfrutar, a sentir... Nos dedicamos a dejarlo plasmado para el futuro, pero, ¿y el presente?



Alguien me dijo una vez, que el secreto de la vida está en saber disfrutar de las pequeñas cosas.

Te dicen el secreto de algo tan grande e importante como es la vida misma, y en vez de ponerlo a prueba día sí y día también, sólo lo haces de vez en cuando...
Pero si lo piensas, tampoco es tan malo. Supongo que si lo hiciésemos a diario, esas pequeñas cosas de las que hablaba, dejarían de ser apreciadas como lo son esas pocas veces que paras para sentirlas.

Por eso pienso que, de vez en cuando, y sólo de vez en cuando, todos tendríamos que hacerlo. Es esencial para la vida.

Parar. Cesar, detener, interrumpir nuestra rutina diaria, despejarnos y olvidarnos.
Sentir. Percibir, percatar, darnos cuenta de todo lo que tenemos a nuestro alcance cada día y apreciarlo.

Parar y sentir, y todo lo que eso conlleva.




Como comentario dejaré un ejercicio que se puede hacer en escasos minutos y mi reflexión sobre este:
Primero, escribe en un papel todas aquellas cosas que tienen valor para ti.
A continuación, colócalas según la importancia que le das a cada una.
Después, ordénalas con números según el tiempo que le dediques habitualmente a cada una. 
Por último, reflexiona sobre ello.

Como reflexión personal, y habiendo hecho este ejercicio, diré que en mi caso la importancia que le doy a las cosas que siento que tienen valor en mi vida es inversamente proporcional al tiempo que les dedico.

Si, más de vez en cuando me parara a sentir (como dijo alguna vez Pablo Ráez) lo que de verdad me importa, el tiempo que dedico a las cosas con gran valor en mi vida, sería directamente proporcional a la importancia que las doy.










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