Reflexión de la película:
Leo frente a la enfermedad de Beatriz: ¿Qué clase de Dios eres si existe el mal? Esa es la pregunta que hace Leo a su profesor, “Gandalf”. ¿Cómo le responderías?
Le diría:
No te das cuenta, pero vives un mundo maravilloso. Un mundo maravilloso creado por Dios. El mismo Dios que nos creó libres. Ese que no creó el mal en ninguno de los sentidos. Ni las armas, ni las guerras, ni las muertes de inocentes, ni si quiera las discusiones que tienes en casa o en el colegio. Ni mucho menos las enfermedades.
Y sí, existe el mal. Pero no, no es culpa de Dios. De hecho, casi todo, es obra nuestra. Pero hay mal, y de este te voy a hablar ahora, que no es obra de nadie. Existe un mal de la naturaleza que no podemos controlar. La enfermedad de tu amiga nadie ha querido que exista, ni para ella ni para nadie. Y lo único que podemos hacer es intentar curarlo. Entiendo que estés enfadado, pero no se lo hagas pagar a nadie, porque no es culpa de nadie. Y menos de Dios.
Leo frente a la Cruz: Y yo no sé si existes. Aunque si existes y haces milagros, haz uno por mí (…). Si lo haces, empezaré a creerte. ¿Qué te parece? En el momento en el que le hablas a Dios, ya sea pensando que existe o que no, yo creo ya crees. Si no, ni si quiera lo intentarías. Igual no lo sabes aún porque piensas que no crees, pero el simple hecho de que Leo le pidiese a Dios un milagro, delante de la Cruz, eso ya es un paso. Luego Dios decide lo que hacer, igual no es el momento y hay que esperar. Pero siempre le escuchará.
Él (Gandalf, el profesor de religión) dice que Cristo ha curado a personas de todas las épocas del pecado dando su sangre. Estas palabras las escribe Leo en su carta a Beatrice. ¿Cómo las interpretas? Supongo que Gandalf se refería a cuando Cristo murió crucificado. E interpreto que Leo lo decía por lo de la sangre, pues Beatrice estaba enferma de leucemia.
Leo enfadado con Dios: No te sientes mejor si te cabreas con Papá Noel. Si te cabreas con Dios sí. Leo tras donar sangre, hablando con su profesor: Regalar nuestro dolor a los demás es el acto de confianza más hermoso que puede hacerse. (…) Hoy el profe has sido tú. ¿Por qué dice esto su profesor? Estoy completamente de acuerdo con el profesor: sufrir por alguien es un acto precioso de amor y confianza hacia la otra persona, le demuestras todo con eso. Y le dice eso, porque Gandalf siempre le había dado consejos a Leo y esta vez quien había aprendido era él.
La fe de Beatrice: Todo el amor que he sentido a mi alrededor (…) me ha cambiado, me ha hecho tocar a Dios. Querido Dios, si me sujetas entre tus brazos la muerte ya no me da miedo ¿Cómo enfrenta Beatrice su cercanía a la muerte? ¿Qué haría si pudiera retroceder en el tiempo? ¿Es la fe una respuesta a las preguntas de sentido en el caso de Beatrice? Beatrice, cada vez que se ve más cerca de la muerte siente más cerca a Dios. Dice que si está con Él, la muerte no la asusta. Por lo que, a la pregunta de si es la fe una respuesta a las preguntas del sentido, en mi opinión sí lo es.
La fe de Beatrice vista por Leo: Creía que lo tenía todo y no tenía nada, al revés que Beatrice, que no tenía nada y lo tenía todo. ¿Qué crees que tiene Beatriz? Beatrice tenía amor, gente que la cuida, que le apoya, y sobre todo, tenía fé.
Reflexiona sobre qué es la fe para ti y cómo la vives en estos momentos, si es una respuesta de sentido a la vida o dónde buscas el sentido de tu vida.
En estos momento, mi fe está de vacaciones. Siempre digo esto, porque no creo que se haya ido para siempre. Nunca nada se va para siempre.
Sólo que ahora, me cuesta mucho tener fe. No se rezar, me siento estúpida. Las cosas que nos cuenta La Biblia, me suenan a "cuento chino".
Supongo, que esto le pasa a más gente,y que eso no significa que no sepa tener fe. Pero soy muy racional, si algo no me entra en la cabeza no puedo creer en ello y ya, que es a lo que realmente llamamos fe.
Cabezonería, divino tesoro...
Lo intento, pero no puedo. Voy a catequesis, a misa, estoy confirmada...
Pero, hace un tiempo que no lo vivo como antes.
El sentido de mi vida ya no es la fe.
Ahora el sentido de mi vida está en ciertas personas, en ciertas cosas, en momentos...
Personas como mis padres. A ellos se lo debo TODO. Quiero demostrarles que todo el esfuerzo que hacen por mí cada día desde que nací, va a merecer la pena. Que lo han hecho genial y que me van a ver crecer y lo voy a hacer bien. Por ellos.
Cosas como el baile. Me apasiona desde bien pequeña. Empecé con tres o cuatro años y no quiero dejarlo. O cosas como el arte. Música, libros, escribir, pintar... Ahí están muchas de las respuestas al sentido de mi vida también.
Y momentos como estos. En los que escribo, reflexiono, y aprendo. Momentos con amigos, de risas hasta que nos duele la tripa. Con la familia y ese ambiente que creamos cuando estamos todos juntos, sólo se respira amor. Momentos de soledad, de silencio, de recapacitar. En ellos están la gran parte del sentido de mi vida.
Si no puedo demostrarles a mis padres la gran tarea que han hecho criando y educándonos a todos sus hijos todo lo bien que lo han hecho, si no puedo bailar, escuchar música, leer, escribir, pintar. Si no puedo disfrutar de momentos con amigos, con mi familia, o en soledad. ¿Para qué vivir?
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